En 2024, Mauritania asumió la presidencia de la Unión Africana en un contexto marcado por múltiples desafíos y una falta de consenso entre los países del norte de África. Con solo una semana de preparación, frente al año habitual estipulado, la nación se vio en la obligación de definir con rapidez su enfoque estratégico y sus prioridades.
El presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani ha optado por una agenda pragmática, centrada en la paz y la seguridad, la educación y la juventud, el desarrollo sostenible, la transición energética y digital, así como el posicionamiento de África en la escena internacional. Durante su mandato, ha representado al continente en numerosos foros globales, desde la Asamblea General de la ONU hasta la cumbre del G20, asegurando la presencia y la voz de África en los debates internacionales.
Este texto examina el papel de la presidencia mauritana en la Unión Africana, destacando su capacidad de liderazgo, su enfoque en la inclusión y la cooperación, así como sus esfuerzos para afrontar crisis regionales y estructurar el futuro del continente en línea con el Agenda 2063.